Los mejores front row de la New York Fashion Week 2016

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La New York Fashion Week es quizá una de las Semanas de la Moda que más famosas reúne por metro cuadrado. Y no importa si son modelos, actrices de cine, cantantes o estrellas de Instagram. Todas quieren estar allí presentes y ver en primicia las nuevas colecciones de grandes diseñadores de moda.

Y si hay alguien que no puede faltar a este tipo de eventos, ese es el clan de las Kardashian. Las hermanas al completo asistieron a la presentación del nuevo álbum de Kanye West en el Madison Square Garden, donde también presentó su tercera colección para Adidas. Y está claro que las Kardashian disfrutaron del evento como nunca, ¡juzgadlo vosotras mismas en el vídeo!

 

El desfile de Jason Wu reunió a actrices como a Diane Kruger y a la cantante Jennifer hudson, mientras que Lady Gaga optó por ir al desfile de su amigo Brandon Maxwell, diseñador del que acostumbra a lucir creaciones en eventos. Blake Lively fue una de las asistentes al desfile de Michael Kors en Nueva York: la actriz encarna a la perfección el ideal de musa del diseñador.

new_york_fashion_weekKylie Jenner también asistió a otros desfiles de moda durante la fashion week neoyorquina. Se la pudo ver en el front row de Hugo Boss con un look muy diferente al que nos tiene acostumbradas. La actriz Emma Roberts no se perdió el desfile de Coach, mientras que Olivia Palermo  estuvo en casi todos los desfiles. La socialité estadounidense adora la New York Fashion Week, y no hay desfile que no se pierda.

new_york_fashion_weekLa Semana de la Moda de Nueva York ha dado mucho de sí, y llega a su fin. Las celebridades adoran asistir a estos eventos para cazar tendencias y codearse con grandes diseñadores. ¿Cuál de estos looks de las famosas es tu favorito?

Imágenes: Harper’s Bazaar, Cordon Press

Fuente: www.nosotras.com

Nostalgia: la última obsesión ‘fashion’

«Únicamente los que no tienen memoria insisten en que son originales», decía Coco Chanel. Y puede que, como en tantas otras cosas, la genial diseñadora francesa diera con la tecla de la modernidad: el recuerdo. Porque en las últimas temporadas hemos asistido a un revisionismo febril del pasado sobre las pasarelas. Solo para esta primavera-verano, tenemos los 60 de Moschino y Gucci, los 70 de Saint Laurent o Rodarte, los 80 de Ghesquière en Louis Vuitton y los 90 del omnipresente vestido lencero. Si hace un año las páginas de las revistas rezumaban ‘neopunk’, hace dos rebosaban ‘neogrunge’ y uno antes estaban atestadas de ‘neopop’. La nostalgia está a un paso de convertirse en obsesión para los diseñadores, mucho más que en cualquier otra época que se recuerde, y el mercado de ropa ‘vintage‘ ha vivido en los últimos cinco años un auge sin precedentes. Pero ¿cuál es la razón? ¿Se han perdido la creatividad y la capacidad de sorpresa? ¿Todo está ya inventado? ¿Tenemos miedo al futuro y nos refugiamos en un pasado ideal? Hemos reunido a seis expertos de distintos campos para trazar otras tantas teorías que den respuesta a estas preguntas.

 

Ya hemos rozado la perfección

Lorenzo Caprile – Modista y autor de libros sobre moda

«Nuestra profesión ha dado de sí todo lo que tenía que dar. Después de un Balenciaga, un Yves Saint Laurent o un John Galliano más recientemente…, ¿qué más vas a hacer? Han rozado la perfección. Al final un ser humano tiene dos brazos, dos piernas y una cabeza: los elementos son los que son. Ahora toca reinventar la reinvención. Y lo estamos viviendo en otras disciplinas: el cine, la música, la literatura… Son todas expresiones del siglo XX que han llegado a su cénit. Es el momento de internet, de los videojuegos y las aplicaciones, donde está todo por descubrir. O de la cocina».

La ‘culpa’ es de la educación

Frédéric Godart – Sociólogo de Moda y profesor de la escuela de negocios Insead de París

«En las escuelas de moda se enseña a mirar al pasado. Hice un curso en Italia y la profesora nos pedía, por ejemplo, algo en lo que usáramos cuero y una inspiración romana. Y luego decía: ‘Quiero que vayáis a los archivos y veáis los estilos’. Así que los alumnos encuentran imágenes del pasado, otros diseñadores que hicieron cosas parecidas… Y no necesariamente imitan, pero sí se inspiran. Se les entrena para ello. En otros tiempos ese proceso no era tan obvio. Hace 60 o 70 años, los diseñadores estaban instruidos para tomar su inspiración de otras formas de arte, por ejemplo. Pero la industria de la moda ha llegado a un punto en el que parece que todo está hecho. ¿Es porque falta creatividad o porque ya no queda nada nuevo que inventar? Resulta difícil de decir. Pero es una corriente profunda en todas las industrias creativas. Sucede en la música y el cine: se revisitan los mismos géneros, los mismos estilos… También está relacionado con el auge del ‘vintage'».

 

El pasado es más original

Kaká Gouvea – Directora de Producción del Lost & Found Market (Madrid y Barcelona)

«Los compradores de ropa ‘vintage’ buscan la originalidad. Vivimos en un momento de mucho consumismo y de ‘fast fashion’. Así que la gente quiere recuperar esos productos y objetos que pertenecen al pasado y que tienen un punto diferente respecto a lo que encuentras en las grandes cadenas. También importa el consumo consciente: eso de reciclar y recuperar algo que ahora puede tener una nueva vida. Yo lo vinculo con una búsqueda de la calidad, en contra de la velocidad con la que se produce hoy en día. No solo es una nostalgia estética, sino también de cómo se hacían las cosas antes. Y por último está el componente cultural: los universos ‘vintage’ y retro están muy asociados a la música, al cine, a la cultura…».

Son décadas inacabadas

Sandra Domínguez – Responsable de Mujer de Santa Eulalia

«Los 60, los 70 y los 80 fueron épocas de tal estallido creativo que muchas ideas no llegaron a explorarse hasta sus últimas consecuencias, y ahora son fuentes de inspiración sin agotar. Hay que tener en cuenta también el enorme avance tecnológico que ha permitido la aparición de nuevos tejidos, colores y técnicas de estampación… De todas formas, la moda es muchas veces cuestión de milimétricas variaciones, como demostró Christian Dior, y por ello es posible reinterpretar tendencias pasadas con pequeños cambios en el ‘fitting’ que las ubique en el siglo XXI. Un perfecto ejemplo es el trabajo de Hedi Slimane para Saint Laurent. Creo igualmente que es importante presentar novedades, aunque resulta difícil encontrar algún diseñador (Phoebe Philo o Nicolas Ghesquière aparte) que presente piezas radicalmente nuevas. En cualquier caso, la manera en que las clientas llegan a la novedad es a través de un trabajo de estilismo. Al final, lo importante es guiarlas para que puedan hacer suyo un vestido y verse en él a través de la forma de llevarlo».

 

En las crisis vuelve la tradición

Juan Gutiérrez – Responsable de Moda Contemporánea del Museo del Traje

«El consumo de novedades no puede ser infinito. En los 60, el momento de modernidad a ultranza, el espíritu de la época llamaba a consumir vanguardia: Courrèges, por ejemplo. Pero en cuanto hay crisis, se satura. En un mundo en el que parece que las tradiciones se han evaporado, la gente quiere tener un referente anclado en la historia. De ahí tanta nostalgia. En la Historia ya ha habido momentos como este. Tras la II Guerra Mundial llegó el New Look…, un nombre muy bonito, pero estaba basado en las líneas princesa del siglo XIX. Y también era una época difícil. Nosotros no hemos tenido una guerra, pero sí una crisis. En los 70, que fueron un momento de cambio, Yves Saint Laurent dijo: ‘Os voy a dar nostalgia de la que duele’, y retomó la moda de los años 40, lo que fue muy polémico. Era un ‘revival’ de la época de la guerra y reavivó un recuerdo que no se quería aún. A partir de ahí todos empezaron a acudir a décadas anteriores. Ahora no es que vuelvan los 80, es que lo han hecho los 90, y el principio del siglo XXI está a punto. Ya parece que va a volver el año pasado. Acabaremos con una especie de libertad absoluta en la que no se podrá decir qué está de moda y qué no».

Es fruto de los estudios de mercado

Víctor Molero – Profesor de Márketing en la Facultad de Economía de la Universidad Complutense

«La moda ajusta su oferta a las tendencias de los mercados. Primero se investigan los segmentos, que tienen unos gustos determinados, y después se buscan soluciones que sintonicen con esas preferencias. Ya no hay un diseñador que tenga una idea, la plasme, la venda y resulte que tiene éxito. Como tampoco pasa en el cine o en el periodismo. Es todo al revés. El creador antes estaba guiado solo por la inspiración. Ahora, probablemente también, pero con una notabilísima influencia de los estudios de mercado. Además de que, si haces una moda práctica, es probable que las opciones de diseño que te queden sean muy limitadas».

Fuente: www.eltiempo.com

Full lana

Acne Studios, Stella McCartney, The Row, entre otras casas de moda, han exhibido imponentes piezas de lana, llevando a esta materialidad tradicionalmente relacionada con lo artesanal, a los terrenos de una moda muy sofisticada.
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